MODULO 1

La brecha salarial en España entre hombres y mujeres disminuye al 18,6%. 

Así se titula una noticia publicada en el ICEX (España, exportación e inversiones), donde se habla acerca de un análisis llamado "con más avances sin brechas", en el cual destacan varias desigualdades de género, tales como que las mujeres deberían ganar 4.341 euros más para igualar su sueldo medio (23.301 euros) al de los empleados masculinos (27.642).

Como se explica en el estudio de CC. OOO. , el salario base representa la mayor parte del salario y explica el 55,3% de la brecha salarial, mientras que los complementos salariales representan poco menos de la mitad (39,4%) de la brecha salarial entre hombres y mujeres. Estas bonificaciones adicionales se conceden según criterios "discrecionales", especialmente en puestos directivos, y benefician "menos" a las mujeres, concluye el informe. En otros casos, se les indemniza aspectos "masculinos" del trabajo, como el esfuerzo físico, los turnos nocturnos o la disponibilidad de tiempo; mientras que otros detalles "feminizados" del trabajo no son recompensados, como la atención, la precisión o la resistencia.

El informe también señala que las mujeres siguen teniendo dificultades para los ascensos y promociones a puestos de responsabilidad, lo que limita sus posibilidades de mejora salarial. Según datos del INE, la proporción de mujeres en cargos directivos como directoras o gerentes fue del 34,8% en 2023.

La socialización diferencial de niños y niñas juega un papel clave en la formación de la brecha salarial de género. Esto es notorio en ciertos aspectos como que a los niños desde pequeños se les enseña que deben ser ambiciosos, competitivos y estar orientados al éxito, mientras que las niñas suelen ser educadas para ser cuidadoras, empáticas y evitar los riesgos. También las niñas, socializadas bajo el estereotipo de que ciertos campos como la ingeniería, las ciencias o la tecnología son “masculinos”, a menudo se sienten menos seguras para elegir carreras en estos campos, que tienden a ser mejor remunerados. La socialización también refuerza la idea de que las mujeres son las principales responsables del cuidado del hogar y los hijos y esta expectativa limita sus oportunidades profesionales, ya que tienden a tomar empleos a tiempo parcial o menos exigentes para compatibilizarlos con sus responsabilidades familiares.

Para combatir esta brecha salarial, entre otras cosas, habría que cambiar estos patrones culturales desde la infancia, promoviendo una educación más equitativa erradicando las normas tradicionales de género. También ayudaría implementar una política de transparencia en los salarios y fomentar el acceso de las mujeres a posiciones de liderazgo y directivas.